jueves, 10 de marzo de 2011

Ya paso pero es bueno recordar y saber

COLOQUIO "Sóngoro Cosongo: Color Cubano 75 años después"

En el 2006 se cumplió el 75 aniversario de la publicación del poemario Sóngoro Cosongo y por tal motivo se preparó un Coloquio titulado “Sóngoro Cosongo: Color Cubano 75 años después”, que se celebraró entre el 1º y el 2 de noviembre del 2006, en la Sala Martínez Villena de la UNEAC.

El día 1ro. se habló sobre los valores literarios de Sóngoro Cosongo con la participación de César López, Virgilio López Lemus y Guillermo Rodríguez Rivera entre otros. El día 2do. la Dra. Ana Cairo ofreció una conferencia sobre el pensamiento de Nicolás Guillén en relación con el problema racial. Tuvimos una exposición de los resultados de investigaciones realizadas por el Instituto de Antropología sobre el tema racial. Y finalizamos con el panel: “Color cubano 75 años después” en el que participaron Mayra Espino, Víctor Fowler, Fernando Martínez Heredia y Esteban Morales entre otros.

El evento completo se grabó en video.

Para ampliar la información, pueden dirigirse a:

Fundación Nicolás Guillén
Calle 17 no. 351, esq. H, Vedado, Plaza.
Ciudad de La Habana , Cuba.
Teléfono (53-7) 8332080
FAX: (53-7)8333158
e-mail: albitafng@uh.cu

Balada de los dos abuelos...viva el mestizaje

Balada de los dos abuelos

Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.

Lanza con punta de hueso,
tambor de cuero y madera:
mi abuelo negro.
Gorguera en el cuello ancho,
gris armadura guerrera:
mi abuelo blanco.

Pie desnudo, torso pétreo
los de mi negro;
pupilas de vidrio antártico
las de mi blanco!

Africa de selvas húmedas
y de gordos gongos sordos...
--¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro.)
Aguaprieta de caimanes,
verdes mañanas de cocos...
--¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco.)
Oh velas de amargo viento,
galeón ardiendo en oro...
--¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro.)
¡Oh costas de cuello virgen
engañadas de abalorios...!
--¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco.)
¡Oh puro sol repujado,
preso en el aro del trópico;
oh luna redonda y limpia
sobre el sueño de los monos!

¡Qué de barcos, qué de barcos!
¡Qué de negros, qué de negros!
¡Qué largo fulgor de cañas!
¡Qué látigo el del negrero!
Piedra de llanto y de sangre,
venas y ojos entreabiertos,
y madrugadas vacías,
y atardeceres de ingenio,
y una gran voz, fuerte voz,
despedazando el silencio.
¡Qué de barcos, qué de barcos,
qué de negros!

Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.

Don Federico me grita
y Taita Facundo calla;
los dos en la noche sueñan
y andan, andan.
Yo los junto.

--¡Federico!
¡Facundo! Los dos se abrazan.
Los dos suspiran. Los dos
las fuertes cabezas alzan;
los dos del mismo tamaño,
bajo las estrellas altas;
los dos del mismo tamaño,
ansia negra y ansia blanca,
los dos del mismo tamaño,
gritan, sueñan, lloran, cantan.
Sueñan, lloran, cantan.
Lloran, cantan.
¡Cantan!

Nicolás Guillén

Sensemaya (Nicolas Guillen)... recordando a Manuel De la Rosa S

(Canto para matar a una culebra)
¡Mayombe--bombe--mayombé!
¡Mayombe—bombe--mayombé!
¡Mayombe--bombe--mayombé!

La culebra tiene los ojos de vidrio;
la culebra viene y se enreda en un palo;
con sus ojos de vidrio, en un pato,
con sus ojos de vidrio.
La culebra camina sin patas;
la culebra se esconde en la yerba;
caminando se esconde en la yerba,
caminando sin patas.

¡Mayombe—bombe--mayombé!
¡Mayombe--bombe--mayombé!
¡Mayombe—bombe--mayombé!

Tú le das con el hacha, y se muere:
¡dale ya!
¡No le des con el pie, que te muerde,
no le des con el pie, que se va!

Sensemayá, la culebra,
sensemayá.
Sensemayá, con sus ojos,
sensemayá.
Sensemayá, con su lengua,
sensemayá.
Sensemayá, con su boca,
sensemayá ...

¡La culebra muerta no puede comer;
la culebra muerta no puede silbar;
no puede caminar,
no puede correr!
¡La culebra muerta no puede mirar;
la culebra muerta no puede beber;
no puede respirar,
no puede morder!

¡Mayombe—bombe--mayombé!
Sensemayá, la culebra…
¡Mayombe--bombe--mayombé!
Sensemayá, no se mueve…
¡Mayombe—bombe--mayombé!
Sensemayaá, la culebra…
¡Mayombe—bombe--mayombé!
Sensemayá, se murió!